El Plantío Historia
En esta primera temporada, el Burgos Club de Fútbol acabó sexto en la clasificación del grupo I de la Segunda División española. Una posición que aventuraba buenos tiempos para el club burgalés en su nuevo hogar. Siete temporadas le bastaron al conjunto blanquinegro para certificar su ascenso a Primera División con El Plantío como testigo excepcional. Sería en el año 1971 cuando los Olalde, Bilbao, Astorga o Requejo impulsaron al Burgos a la máxima categoría y de esta manera presentar el nuevo estadio a los grandes equipos de la historia del fútbol español. El mejor premio posible para un presidente como J.L. Preciado.
Atrás quedaron los tiempos del pequeño campo de Zatorre. El nuevo estadio llevó al Burgos en volandas a un crecimiento deportivo y social muy significativo. Los cambios no tardarían en llegar y pronto la capacidad se quedó corta. Por ello, en los años 70 el club se verá obligado a levantar nuevas gradas para aumentar su aforo. De esta manera se fue construyendo la imagen actual del Estadio El Plantío. Las nuevas gradas de Fondo Norte y Fondo Sur se fueron elevando a orillas del Arlanzón e hicieron posible que más aficionados pudieran disfrutar de los partidos del conjunto burgalés.
Desde el ascenso a Segunda División conseguido en mayo de 2021, el Burgos Club de Fútbol está realizando inversiones y mejoras de forma contínua para que el feudo burgalesista se adapte a las necesidades de La Liga y ofrezca, a todos los aficionados, una mejor experiencia de partido.
LASERNA Y ZATORRE, NUESTROS ANTIGUOS ESTADIOS (Eduardo Munguía)
El primer testimonio acerca de la práctica del fútbol en la ciudad de Burgos se remonta a principios del siglo XX. En concreto, en el número del diario El Castellano correspondiente al 16 de agosto de 1902, un periodista oculto bajo el seudónimo de Mínimo, informaba a los lectores de la práctica de este deporte novedoso, de procedencia inglesa, “ de seis á ocho de la tarde por el Parral”. No aclara la identidad o procedencia de los futbolistas, pero todo hace suponer que fueran estudiantes o soldados, de Burgos o de alguna provincia limítrofe, Bilbao, Madrid, Valladolid, etc…
Dado que ninguno de estos campos reunía las condiciones necesarias para albergar partidos oficiales, el primer equipo de la ciudad se vio relegado a competiciones regionales. Solo alcanzó la Tercera División en el año 1944, cuando se decidió ampliar la categoría nacional con el fin de incluir a la mayoría de equipos de capital de provincias.
Lo cierto es que la prensa de la época se hizo eco del perjuicio que causaba a este deporte, llamado a ser popular y de masas, el no disponer de un terreno idóneo. Y quizá los comentarios en este sentido de Entrenador y Penalti, fechados en 1922, en la prensa local, ayudaron a dar el primer paso en Laserna.
La primera mención al campo de Zatorre data de 1932. El propietario del terreno era el Círculo Católico. Pero dadas las necesidades de un campo de juego, alternaron su uso el Juventud del Círculo y la Gimnástica Burgalesa (posteriormente la Gimnástica de Burgos y el Burgos CF). La inauguración oficial del terreno de la calle Molinillo tuvo lugar el 3 de octubre de 1943. Disputaron un encuentro oficial de liga la Gimnástica Burgalesa y el Real Avilés (0-0).