Arrancaba el partido con un Real Oviedo dominador que se presentó en el área de Caro hasta en tres ocasiones en los primeros 15 minutos de partido. La primera de ellas la desvió Matos a saque de esquina y la segunda fue una acción conjunta entre Córdoba y Caro la que disipó el peligro. Pero a la tercera fue la vencida. Con una gran acción por dentro, Sebas Moyano se plantó ante el meta burgalés para superarlo por bajo y adelantar a los locales.
Tras el gol y un nuevo arreón carballón, el Burgos logró igualar la posesión del esférico, sin embargo, no logró traducirla en ocasiones claras para empatar. Para colmo, el conjunto de Carrión forzaba pérdidas en campo propio que permitían los peligrosos contragolpes del Oviedo. Y cerca del descanso, concretamente en el minuto 43’, Seoane culminó una acción de estrategia desde el punto de penalti para poner muy cuesta arriba el partido.
La cuesta se convirtió en el Everest en el añadido con el tercer tanto, fruto de una recuperación y un remache de Moyano sobre la línea.
El paso por el vestuario trajo consigo la sustitución de Sancris por Mumo y una primera presión blanquinegra que cerca estuvo de convertirse en la primera clara del partido para los visitantes, faltó colmillo. Una intención que sí tuvo el rival en el primer paso por el área blanquinegra del segundo tiempo. Moyano consumó su hat-trick después de un gran pase en profundidad y definición con la diestra.
Con el castigo ya consumado y demasiado tiempo por delante, Bolo trató de cambiar la imagen dando entrada a Bermejo, Espiau y Appin. Y poco después era Grego Sierra quien daba descanso a Atienza, elevando a Elgezabal al centro del campo. Fue este último el que a balón parado pudo maquillar el resultado con un cabezazo que repelió Leo Román. En la segunda acción, el portero volvió a meter la mano con destreza para evitar el tanto de Edu Espiau.
El conjunto burgalés terminó el encuentro jugando en campo rival, pero sin lograr anotar el tanto que premiara a los más de 1.000 aficionados blanquinegros en lo alto de la visitante. Bermejo estuvo cerca en el 75’ con un fuerte disparo que acarició el larguero. Además, el colegiado del partido señaló una pena máxima en el 88' que iba a transformar Borja Bastón, apuntalando el marcador final, que señalaba cinco a cero para los locales.
El Burgos CF tendrá la posibilidad de agradecer el apoyo a su gente el próximo 25 de febrero a partir de las 16:15 horas ante el Real Sporting.