El Juvenil A, afrontó un exigente duelo como visitante frente al Real Valladolid, en el que finalmente cayó por la mínima uno a cero.
La primera parte estuvo marcada por la dificultad para encontrar ritmo y juego por parte de los blanquinegros. La situación se complicó aún más en el minuto 42, cuando Antonetti fue expulsado, obligando al equipo a jugar en inferioridad durante el resto del encuentro.
A pesar de ello, en la segunda mitad los burgaleses dieron un paso adelante. Con gran esfuerzo colectivo y mucho sacrificio, consiguieron tener sus mejores minutos incluso con uno menos. Sin embargo, una acción por banda del conjunto local terminó en el gol que acabaría decidiendo el choque.
En los instantes finales, el BCF Juvenil A se volcó en ataque en busca de un empate que hubiera hecho justicia al esfuerzo y al carácter mostrado. No llegó el premio, pero sí quedó la sensación de un grupo que no baja los brazos y que sigue creciendo jornada a jornada.