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Un puntito más (0-0)

El Burgos sostiene a una gran versión del Albacete y optimiza la victoria obtenida en el debut contra el Málaga

20 años no es nada, dejó dicho Gardel. Más de dos décadas habían pasado desde la última visita del Burgos Club de Fútbol al Carlos Belmonte. Y aunque pudiera parecer mucho tiempo, el compositor argentino debía estar en lo cierto. Porque el Burgos salió al pasto albaceteño como si no hubiese tenido que atravesar un desierto eterno desde aquel 28 de abril de 2002.

Envueltos en azul, los visitantes parecían un equipo asentado en la categoría a través de los años. Al Albacete, otro clásico del fútbol patrio que tuvo que peregrinar el año pasado por la 1ª RFEF, tampoco parecía pesarle el reencuentro con su público tras haber empezado con victoria lejos de casa en su regreso a la LaLiga SmartBank.

En una de las esquinas del graderío, en torno a un centenar de irreductibles blanquinegros flanqueaban a los suyos, tras un largo viaje, en un cántico constante. Mención especial para la afición del Burgos, que no dejó de animar en todo el partido.

Calero repitió once titular respecto al día del Málaga. Bien plantados, sus futbolistas supieron sostener con calma las primeras intenciones de dominio del conjunto manchego. Un par de centros de Julio Alonso y una falta de Rubén Martínez sobre Caro en la presión fueron los acercamientos más claros de los locales en los primeros 15 minutos de juego.

A partir de ahí, el Albacete endureció el duelo. Olaetxea y Julio Alonso vieron dos amarillas prácticamente consecutivas por dos feas entradas sobre Bermejo y Raúl Navarro. Poco después, Grego Sierra vería también la tarjeta por impedir el avance de un contrario en un contragolpe con peligro.

A los 21 minutos, Mumo tiró un desmarque y pisó área con opción de disparo, pero la zaga manchega estuvo muy atenta para cerrarle la puerta. El propio Mumo lo intentaría también a los 28 minutos con un disparo raso que se escapó cerca de la portería defendida por Bernabé.

En ese estadio blanco bañado de color vino que es el Carlos Belmonte, el Burgos se estiraba con el de Blanes asumiendo galones. Otra vez sería Mumo, en el 34, el que acariciaría un centro al que a punto estuvo de llegar Raúl Navarro en el segundo palo.

Respondió rápido el Albacete, más activo en ataque, como antídoto al crecimiento ofensivo de los burgaleses. El exblanquinegro Álvaro Rodríguez arrancó la moto en el 35 y filtró un pase entre líneas para Higinio que, solo ante la salida de Caro, disparó por encima del larguero. La acción sería invalidada después por fuera de juego del delantero murciano.

En el 38, una potente disputa en el área entre el franco-camerunés Flavien Boyomo y Andy acabó con el granadino tendido sobre el césped, con molestias en su rodilla derecha. Las asistencias tuvieron que salir en ayuda del 17 burgalesista, que sería sustituido por Atienza en el tiempo de descanso.

La segunda mitad comenzó con una llegada para cada equipo. Precisamente Atienza desviaba con la testa a córner un centro de Álvaro Rodríguez y Fran García estuvo cerca de encontrar portería en una falta botada por Bermejo.

El Alba continuaba llevando la iniciativa, llegando a sitiar por momentos al Burgos en su área. Así llegó, en el 57, un acercamiento cargado de veneno que terminó en un chut cruzado de Manu Fuster que la defensa del Burgos desviaba a córner.

Calero se dio cuenta de la pequeña crisis de los suyos e introdujo un doble cambio. El debutante Gaspar y Borja González sustituían a Artola y Mumo a los 59 minutos.

Las variaciones del madrileño le sentaron bien al Burgos, que frenó el ímpetu manchego por unos minutos. El encuentro entró en un valle hasta el minuto 70. Pero fue ahí cuando llegó la más clara del Albacete. Higinio enganchó un remate en escorzo y estrelló la pelota en la madera. En el rechace Dubasin puso a prueba a Caro que, una vez más, evitó el tanto con una intervención soberbia.

Los de Calero salvaron la papeleta y el destino les tenía guardado un ligero premio. Con el Albacete volcado, Gaspar robó en campo propio y vio a Valcarce descolgado en punta de ataque. El berciano corrió y recogió el desplazamiento en largo del asturiano pero, cuando encaraba portería rival, Julio Alonso se cruzó en su camino y lo derribó viendo la cartulina roja. Era el minuto 76 y al cuadro visitante se le abría una ventana de cara al tramo final de partido.

Lo intentó el Burgos, que merodeó con varias acciones, como un lanzamiento de Gaspar o un latigazo de Saúl Berjón -había entrado antes por Valcarce- que se marchó por encima del arco. Pero el empuje del Albacete seguía siendo intenso y otro exburgalesista, Juanma, tendría otra buena ocasión al filo del 90.

Con el empate se llegó al final. Un puntito más. Y una canción. El ‘Orgullo  y Tradición’, que volvió a retumbar al unísono entre la afición desplazada, en comunión con los jugadores, en otro templo mítico del fútbol español.