0-2 | Una victoria de orgullo burgalés

El Burgos CF afrontaba la decimocuarta jornada de LaLiga HyperMotion visitando al CD Mirandés en un derbi atípico que, por primera vez, se disputaba en el Estadio Mendizorroza de Vitoria debido a las obras de Anduva, el feudo del conjunto de a orillas del Ebro.

El partido arrancó con ambos equipos tanteándose sobre el terreno de juego en los primeros minutos. No fue hasta el minuto 14 cuando David González realizó el primer remate del encuentro, disparando desde fuera del área un balón que se marchó desviado por poco.

El espesor del juego y la continua lucha por el balón no dejaron relucir muchas más ocasiones claras para ninguno de los dos equipos en el tiempo restante de la primera mitad, a excepción de un gran disparo lejano de Lizancos en el 45’, que obligó a Juanpa a sacar una mano que salvó al CD Mirandés de irse por detrás en el marcador al descanso.

La segunda parte arrancó con los mismos once jugadores que empezaron la primera, aunque Ramis dio entrada a Aitor Córdoba y a Kevin Appin a los 15 minutos de la reanudación para sustituir al amonestado Sergio González y a Iñigo Córdoba. Ya en el 72’, también entró Mollejo para sustituir a David González y aportar frescura por la banda derecha.

El partido se aceraba a su fin y ambos equipos buscaban la victoria. Ramis decidió apurar sus cambios en el 79’, dando entrada a Fermín y a Mario González, que sustituyeron a Fer Niño y a Curro Sánchez. El Burgos CF encontró en los cambios la bombona de oxígeno que necesitaba para dar el último empujón y, a la salida de un córner en el 84’, Mario González iba a marcar su primer gol con la camiseta blanquinegra para adelantar al cuadro burgalés y desatar así la locura entre los más de 400 Hijos del Frío que acudieron a Mendizorroza.

El CD Mirandés quiso reaccionar, pero el conjunto dirigido por Luis Miguel Ramis se sintió cómodo apostado atrás y saliendo al contra gople. Precisamente, en una acción al espacio, Kevin Appin se internó en el área rival y puso un centro que impactó en la mano de un defensor rojipardillo, provocando la pena máxima. Mario González, extra motivado con su gol y su sentimiento burgalés en un derbi de estas características, asumió galones y transformó el penalti, haciendo el segundo gol en el 92’y poniendo la guinda a una aparición exprés que le otorgaba al Burgos CF tres puntos que le permiten ponerse a uno del liderato.