Con un once muy de Copa, el Burgos CF salió convencido de que había que encarrilar el partido cuanto antes porque el césped de Espiñedo presentaba un aspecto muy maltratado e iría a peor. Y así, en a penas tres minutos tuvo hasta tres oportunidades de gol que finalmente se consumaron superado el 8’ de partido con un precioso disparo lejano de Álex Bermejo que supuso el 0-1.
Muy superado por el arranque burgalés, el Arenteiro encajó el golpe y comenzó a jugar con la posesión del balón, ya con un cuarto de hora pasado en el cronómetro. Loic dio el susto haciendo entrar a las asistencias por una molestia en la rodilla y acto seguido, ya con el francés plenamente recuperado, Iván Ramos aprovechó una recuperación en campo contrario para plantarse ante el portero y superarlo embocando el rechace.
Andy quiso replicar al tanto con una media volea que se perdió por muy poco y Bermejo lo volvió a intentar con la derecha, pero el disparo salió lamiendo la escuadra izquierda. Hasta el descanso, al Burgos CF le costó demostrar su superior categoría; sin embargo, tuvo el segundo con un remate de Andy que se topó con el larguero. Comprometido con la Copa, al final lo logró con un contragolpe de Bermejo que, desde propio campo, cabalgó en solitario para dibujar una vaselina imposible para Pablo Brea.
Ya en la segunda mitad, Bermejo continuó con su recital ofensivo con un potentísimo disparo que de haber cogido portería hubiera anulado a Brea. Algo que sí logró Appin en el 54’ con un derechazo que el meta no logró repeler y con ayuda del palo terminó en la red.
Con el tanto, Bolo realizó las primeras sustituciones en busca del aire fresco necesario para continuar percutiendo el área orensana. Y aunque el Burgos gozó de continuas llegadas, el marcador ya no se movería.
Los blanquinegros demostraron en Espiñedo compromiso, responsabilidad y mucha pegada, para colarse en el bombo del sorteo que se celebrará el martes a partir de las 13:00 horas en Las Rozas.