Claudia Barrios, un sueño cumplido

¿Cómo te enteraste?: “Estaba en mi casa y me habló mi padre diciéndome que me habían preseleccionado. Para la selección definitiva, fue una amiga que también estaba en la lista la que me llamó para decirme que íbamos las dos y me volví loca”.

¿Te lo esperabas?: “Lo veía posible porque en el campeonato de España estuvo el seleccionador nacional y sabías que podías ir porque estaba a pie de campo con una libreta y te veía jugar”.

¿Te esperabas volver a ser convocada?: “Pues eso la verdad es que no, eso sí que ha sido una sorpresa. No me vi muy bien en los entrenamientos y cuando vi que volvía a estar en la lista sí que me sorprendí”.

¿Cómo reaccionaron tus compañeras?: “Se alegraron mucho, me dieron la enhorabuena y me dijeron que disfrutara mucho”.

¿Cómo es un día en la selección española?: “Está todo planificado. No hay tiempo de hacer nada que no esté puesto. Nos levantábamos a las 8, nos pesaban, después a desayunar y después teníamos una hora y media de estudio. Tras el estudio, entrenábamos y luego comíamos. Por la tarde teníamos en torno a dos horas de descanso, posteriormente se merendaba y se volvía a entrenar, y ya después había una hora de estudio. Por la noche se cenaba y ya se descansaba hasta el día siguiente. Las que necesitaban ir al fisio, lo hacían en ese momento”.

¿Cómo pasabas el tiempo libre allí?: “Los ratos que teníamos libres los pasábamos casi todas en una zona que tenía billar y futbolín”.

¿Conocías ya a alguna jugadora?: “Iba con una compañera que ya la conocía de la selección de Castilla y León”.

¿Conociste a alguna jugadora allí?: “Sí, a una chica del Albacete que se llama Adriana. También es amiga de Iara, así que ya la conocía un poco de antes y me llevé muy bien de ella”.

¿Cómo viste el nivel de la selección?: “El nivel es muy alto. Son entrenamientos cortos y muy intensos y, como he dicho, el nivel es brutal”.

¿Te imaginabas llegar hasta aquí?: “La verdad es que no. Sí es cierto que cuando jugaba en la Arandina estuve en una pre lista de la selección española, que luego no fui convocada, pero sí estuve ahí. Entonces no notaba que me fueran a ver, al estar jugando en regional, con chicos. Al llegar aquí sí que te ven más y están más pendientes”.

¿Cómo has compaginado la experiencia con el instituto?: “Es un poco complicado porque al final pierdes clase y no estás allí para dar el temario, pero se lleva bien”.

¿Cómo lo han vivido en tu instituto?: “Se han enterado y me han dado la enhorabuena. También me han dicho que lo disfrute, pero que los exámenes me los van a hacer igual”.

¿A qué familiar le ha hecho especial ilusión?: “Probablemente a mi abuelo. A él le gusta mucho el fútbol y siempre me lo decía. Cuando terminó el campeonato de Castilla y León me dijo que lo que faltaba ahora era ir a la española y así ha sido”.

¿Tu familia es futbolera?: “En mi casa siempre ha habido fútbol y ahora que yo participo en el femenino, les gusta ver fútbol femenino”.

¿Con quién viviste la experiencia?: “Me llevaron mis padres y el día que jugamos el amistoso pudieron entrar a verlo mi madre y mi hermano”.

¿Cómo fue el amistoso frente al Madrid CFF?: “Hicieron un equipo para cada parte y yo jugué la segunda. Creo que estuvo bastante bien porque plantamos cara a jugadoras mucho mayores que nosotros”.

¿Cuál ha sido tu trayectoria en el fútbol hasta ahora?: “Empecé con seis años, jugando en la Arandina. Jugaba a fútbol mixto porque todavía no había femenino en las categorías inferiores de Aranda. En mi último año jugaba en infantil y al año siguiente ya no podía seguir jugando con chicos. Además, el equipo femenino de allí en muchas ocasiones no tenía gente para jugar y, afortunadamente, me llamó el Burgos CF y aquí estoy”.

Un consejo a futuras jugadoras: “Si se esfuerzan, entrenan y les gusta, pueden llegar a donde yo he llegado. Cuando empecé, llegar a la selección era una cosa que veías muy lejos, pero a raíz del esfuerzo y la constancia ha podido ser. Si te gusta el fútbol, le pones esfuerzo y ganas lo vas a poder conseguir”.