El Burgos CF saltaba al Nuevo Mirandilla con la misión de conseguir resultado positivo ante un rival de entidad como el Cádiz CF. Ramis disponía un once de garantías, con las novedades principales de los canteranos Mario Cantero y Marcelo en el once inicial, sobre una estructura ofensiva establecida con Curro, Sancris, Ojeda y Espiau en punta de ataque. Enfrente, un conjunto amarillo dirigido por Gaizka Garitano, con los Ramos, Iza, Ontiveros, o Carlos Fernández en sus filas, entre otros activos. Primeros minutos intensos, con acercamientos por ambas partes, y con Ontiveros como elemento ofensivo principal de los locales. Suyos fueron los dos disparos más peligrosos de los cadistas, con Cantero como obstáculo en el primero, y fuera por centímetros en la segunda tentativa. El encuentro se movía entre el juego interior del Burgos CF y la vocación claramente exterior de un Cádiz CF que legaba sus opciones a la ruptura al espacio.
La primera mitad transcurría con equilibrio y oportunidades repartidas. Los locales avanzaban metros, pero los de Ramis gozaban de acercamientos claros a gol. Una gran internada de Dani Ojeda por derecha terminaba en centro envenenado y remate de Florian, que la zaga sacaba bajo palos, y en rechace que a punto está de introducirse en la meta amarilla. Con las espadas en todo lo alto, el choque se dirimía entre la propuesta de un Burgos CF más combinativo, y la de un rival más directo en busca de la posición de sus hombres más poderosos en el aspecto físico.
La segunda mitad arrancaba con cambios en el conjunto blanquinegro, y Morante y Arroyo hacían su ingreso en el verde para sumar oxígeno a un bloque trabajador y compacto desde el inicio. De nuevo los de Ramis buscaban con ahínco sus opciones a través del posicionamiento y el rigor táctico, con Curro y Sancris como hombres referencia por costados. Frente a la búsqueda constante de situaciones de centro-remate por parte de los de Garitano, el Burgos CF insistía en sus posibilidades con crecimiento ordenado y en apoyo. Borja Sánchez y Fer Niño añadían mordiente con su entrada en el ecuador de un segundo tiempo vivo y con alternativas.
El encuentro caminaba equilibrado y parejo en la disputa, y el Burgos CF adelantaba líneas sobre campo rival para favorecer la llegada y el robo veloz cerca de área rival. Pese a los esfuerzos realizados, serían los amarillos quienes conseguirían adelantarse en el marcador, merced a un gran gol del recién ingresado Brian. De ahí al final, los visitantes pusieron toda la carne en el asador en busca de un gol que no iba a llegar con prontitud al casillero castellano. Una falta ejecutada con maestría por Sancris estuvo a centímetros de transformarse en un tanto que, sin embargo, no cristalizaría para los de Ramis hasta el final del partido. Sería Sancris,de nuevo, tras penalti claro sobre Espiau, quien transformaría la pena máxima con calidad y aplomo para poner las tablas definitivas en el Nuevo Mirandilla, otorgando un más que merecido punto a los burgaleses.
