1-1 | Empate con sabor a poco

El Burgos CF regresaba al Plantío con la misión de reencontrase con la victoria ante un rival correoso como el Racing de Ferrol. Los de Bolo saltaban al verde con las novedades de Licha, Ian Forns, Arroyo, González y Borja Sánchez en el once inicial, sobre un bloque sólido y de garantías, rematado en punta de ataque con Curro Sánchez. Enfrente, el equipo departamental capitaneado por la dupla Jauregi-Giménez, buscaba en el feudo castellano reencontrarse con una victoria necesaria a todas luces. Partido intenso desde el arranque con el conjunto blanquinegro como principal animador de un duelo vibrante, y que ofrecía alternativas en ambos marcos de manera constante. El ataque local centralizaba esfuerzos en llegadas bien servidas de número de efectivos, y por ambos costados. Protagonismo en este tramo para ambos laterales, quienes ejercían de brazo armado de los de Bolo en rápidas incorporaciones, obligando a la zaga rival a emplearse a fondo en los centros cruzados.

La actividad se multiplicaba en el frente de ataque burgalés, y las permutas de Curro y Borja habilitaban espacios en la construcción ofensiva de un equipo atrevido y trabajador. Los de Bolo probaban fortuna ante una defensa gallega cada vez más exigida, y que atrincheraba opciones de supervivencia sobre propia área, al tiempo que buscaba oportunidades en las contras llevadas por un Jaúregi excesivamente sólo por momentos. Las oportunidades tomaban cuerpo, y bordeando el último tramo de primera parte, una gran jugada de Arroyo terminaba en dejada de Curro a Borja Sánchez, para que éste, de disparo certero y ganador, batiese a Jesús Ruiz en su estirada. Gol merecido, y premio para quién más apostó por la ventaja. De ahí al descanso, el Burgos CF no levantaría el pie del acelerador, en busca de una segundo gol que apuntalase una suficiencia clara y conseguida.

La segunda mitad continuaba el intercambio de golpes vista en su predecesora. Los de Bolo gozaban de ocasiones claras, como el cabezazo de Licha, que se estrellaba en el larguero visitante, o el disparo desde la frontal de Córdoba, que se escapaba fuera de la meta contraria por centímetros. Acometidas locales que veían tímida respuesta en dos llegadas rivales, con Jauregi como eterno protagonista, pero que apenas inquietaban la meta de Cantero. Una segunda parte de ocupación táctica de espacios, en la que el Burgos CF veía incrementado su poder rematador con la entrada de Fer Niño en lugar de Borja, con lo que Bolo recolocaba piezas en un frente de ataque ávido de nuevas ocasiones de gol. Precisamente, sería el punta andaluz el protagonista de una gran oportunidad a balón aéreo, rematada fuera por muy poco.

El tramo final de partido traería momentos de tensión y de ocasiones para ambos conjuntos. Con mayor elaboración los de Bolo, desde distancia y abusando del golpeo largo los gallegos, ambas escuadras probaban fortuna en un choque de ida y vuelta que abría posibilidades a cada paso. El Burgos CF continuaba con su buen trabajo en ataque y defensa, mostrando rigor táctico en todo momento y seguridad sobre un plan de partido al que sólo la escasa fortuna en metros finales separaba de un destino mejor. Con la entrada de Espiau y Thomas, el equipo cargaba sus últimas balas ofensivas en busca de un triunfo que, lamentablemente, no iba a llegar al término de los noventa minutos.