De tú a tú (1-0)
El Burgos cae en Mendizorroza, el burgalesismo vence
El piso embaldosado de la Plaza de la Virgen Blanca, en el imponente casco histórico de Vitoria-Gasteiz, permanece aún, a esta hora de la noche, casi al filo de la madrugada, completamente seco. A resguardo de la lluvia, porque sobre él hay casi 3000 burgaleses protegiéndolo, barriéndolo a zancadas, haciéndolo temblar. Apenas unos minutos después, tras el corteo, la marea burgalesista desembarca en Paseo de Cervantes. Las puertas de Mendi están abiertas. El estadio se va a llenar.
Era la previa este sábado en la capital del País Vasco, en uno de los partidos más apasionantes de la temporada. En el templo babazorro no solo miden fuerzas Deportivo Alavés y Burgos. También dos hinchadas, dos aficiones de Primera División. Mérito especial para la burgalesista, la nuestra, en un desplazamiento sin precedentes, abarrotando varias zonas del graderío: absolutamente espectacular.
Para el partidazo, con las bajas obligadas de Gaspar y Bermejo en las bandas, Calero dobló laterales. Areso y Raúl Navarro en la diestra, la zurda para Fran García y José Matos.
El duelo empezó en marca de tanteo, sin mucha historia en las áreas. El Burgos, con Atienza y Mumo en la sala de máquinas, trataba de recuperar y salir rápido al contragolpe. Arriba esperaban Curro, de enlace, y Mourad. A los 3 minutos, el argentino Nahuel Tenaglia veía la amarilla por una fea entrada sobre Matos.
El equipo de Calero extendía lo ancho del tapete y desplegaba las alas. En el 6, precisamente Matos percutía por la izquierda y encontraba a Curro. El centro del onubense lo remata Mourad fuera por poco. Aunque la pantera estaba en fuera de juego.
El Alavés despertó y empezó a acumular ocasiones. José Antonio Caro volvió a vestirse de superhéroe y le birló el gol al vallisoletano Miguel de la Fuente, dos veces.
Cuando se estiraba, el Burgos recibía la dureza del cuadro babazorro. Salva Sevilla vería otra tarjeta en el 22, por un plantillazo a destiempo sobre Curro Sánchez.
En el 32, el mago de la Palma del Condado puso una pelota parada en la cabeza de Aitor Córdoba. El káiser remató con violencia desde el punto de penalti. Sivera hizo una parada de foto y evitó el tanto burgalés.
En el tramo final del primer acto, otra vez Churripi salvaría los muebles. El arquero visitante le sacó una manopla en rectificado a Benavídez. Antes, Guridi había rematado de cabeza al travesaño.
La segunda mitad arrancó con otra amarilla. Para Duarte, por encararse con Raúl Navarro. El sevillano también se llevaba la tarjeta.
A los 62 minutos, Mourad pudo marcar para el Burgos pero se molestó con Matos en una gran oportunidad. El hispano-marroquí se marchaba sustituido poco después y Elgezabal entraba por Mumo.
Quizá en la llegada más tímida, Abde Rebbach adelantaba, con la puntera, al Alavés en el minuto 74.
Calero buscó una reacción. Juan Hernández entró por Matos y Pablo Valcarce por Raúl Navarro. El Burgos avanzó líneas. Un centro del lorquino lo remató Curro Sánchez pero Sivera estuvo muy atento. Artola aportó más dinamismo a la línea de ataque.
Empujado por 3000 almas que creyeron hasta el final en el empate, el bastión burgalesista murió en área alavesista, con Mendizorroza pidiendo la hora. No pudo ser. Derrota por la mínima.
Aunque sí hubo una victoria. En la grada, el burgalesismo demostró que late como nunca. Y que no se pierda eso, para el futuro, ya es un triunfo. Porque LaLiga SmartBank sigue. Y El Plantío, con la visita del Andorra, es la próxima parada.