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Actualidad

Andorra, Vella y blanquinegra (0-1)

El Burgos vence en el Estadi Nacional y asalta el liderato provisional de LaLiga SmartBank

En el corazón de los Pirineos, Andorra se dibuja como un país maravilloso. No solo por el incalculable valor de su patrimonio paisajístico, cuya orografía ofrece un millón de alternativas para los amantes de la montaña, el deporte y la naturaleza, sino por los recursos económicos y comerciales, que representan un enorme atractivo que plantea otro tipo de turismo, único en el sur de Europa.

La puerta de la nación es un valle profundamente escarpado, casi en forma de uve, que parece abrigar a su capital, Andorra la Vella. Llegar no es fácil. El tráfico no es demasiado fluido. Pero las vistas, también para jugar al fútbol, son una delicia.

Quizá, por eso, el Burgos Club de Fútbol se presentó en el Estadi Nacional con ganas de disfrutar de la oportunidad, podría decirse exótica, que le regalaban las circunstancias.

A los 3 minutos, Mourad, que regresaba al once en detrimento de Juan Artola, tuvo una grandísima ocasión tras un magnífico centro de Curro Sánchez, pero el cabezazo de la pantera se marchó desviado.

Poco después, de nuevo el zurdo Curro Sánchez comandó un contragolpe en solitario, en una larga carrera en la que, por si las moscas miró a ambos lados en busca de algún compañero. Mou y Mumo, otra de las novedades, le flanqueaban algo alejados. Sin centrales que le saliesen al paso, se plantó en el balcón del área y telegrafió un golpeo que se escapó fuera por muy poco. En España era fiesta nacional y, aunque el Burgos había viajado en otro país, también se lo estaba pasando en grande.

Fiel a su estilo, el FC Andorra trató de acaparar la posesión del esférico con posesiones largas, buscando generar superioridades en balones a la espalda de los carriles blanquinegros. Mika Marmol y Jandro buscaron sin éxito la escuadra de Caro en dos lanzamientos, uno en jugada y otro en un libre directo.

Superada la media hora de juego, Bermejo, que volvía a ser titular y comenzaba a vestirse de nuevo de protagonista con su particular magia, recortó por partida doble en el costado izquierdo e inventó un latigazo durísimo que se colaba en la meta de Ratti, pero el argentino sacó una espectacular mano para enviar la pelota a córner. Incomprensiblemente, el colegiado señaló saque de puerta.

Contestó el Andorra en el 33, con un gran disparo de Jandro desde la frontal que salió rozando el larguero de la meta visitante y en el 39, con una llegada de Pampín que salvó Córdoba poniendo la espalda. Un minuto después, Mourad gozaría de la mejor ocasión de la primera parte para el Burgos, cabeceando cerca de la cepa del poste un gran centro de Mumo. El 9 del Burgos vería la tarjeta en un lance justo antes del descanso.

Tras las duchas, el Burgos salió a por el partido. Nada más arrancar, Bermejo embolsó un control y tiró un autopase sobre la marca de Pau Casadesús. El jugador del Andorra derribó al barcelonés y se llevó la cartulina. Fue el preludio de la sinfonía del partido. Berme tenía ganas de jarana.

En el 50, Mourad cuerpeó y porfió por el esférico en un saque de banda junto a la esquina. El jugador cedido por el Elche ganó la bola y la puso perfecta al segundo palo. Allí, solo, libre de marca, apareció Matos que le colocó el tanto a Bermejo en la bota, casi sobre la línea de gol. Había que llegar y meterla. El 10 blanquinegro no falló.

El 0-1 enrabietó al Andorra, que se desesperó y vio otra cartulina, esta vez para Bundu por clavarle los tacos a Elgezabal en una pelota dividida. En el saque de la falta, Córdoba prolongó desde el segundo palo y, otra vez Bermejo, a punto estuvo de marcar el segundo.

El cuadro de Eder Sarabia apretó en busca del empate. Calero sacó la bombona de oxígeno y movió la banqueta. Gaspar, Juan y Valcarce entraron por Bermejo, Mourad y Curro. El triple cambio en ataque aportó dinamismo y aire hasta el tramo final. Lo necesitó el Burgos, que tuvo que sostener una buena versión del Andorra, obligado infinidad de veces a finalizar sus jugadas desde lejos, incapaz de penetrar en el cuartel de Caro. El meta onubense superaba con el paso de los minutos a Mikel Saizar (865) y se convertía en el portero que más minutos (900) ha permanecido imbatido en toda la historia del Burgos Club de Fútbol.

Atienza había sustituido a Mumo en el 73, y a sus piernas se sumaron las de Areso en el 88. El partido se acabó. Ganaba el Burgos. Andorra, la Vella, fue este miércoles vella y, además, blanquinegra. Van a leer bien. Con 18 puntos, y una sonrisa infinita, el Burgos Club de Fútbol, es el virtual líder de LaLiga SmartBank.