Es uno de los jugadores de la temporada. Se ha hecho casi fijo en el once pero Miguel Ángel Atienza (Madrid, 1999) quiere más. Habla de ambición personal y colectiva para el duelo de este sábado (El Plantío, 21:00 horas) frente al UD Ibiza.
El centrocampista olvidaba las heridas de Lugo ante los medios de comunicación: “No teníamos presión por no perder. Nos focalizábamos en ganar. Sabíamos que podía llegar. Lo que más rabia nos da es que ha llegado el día que peor hemos competido”.
Afortunadamente, con cierta rapidez, el deporte ofrece siempre otra revancha: “Tenemos una oportunidad muy buena para demostrar qué ambición y qué mentalidad queremos tener. Está claro que estamos rodeados de gigantes pero, sin perder de vista nuestro objetivo, podemos salir contra el Ibiza, delante de nuestra gente, con mentalidad ganadora y con la oportunidad de hacer muchas cosas bien para volver a conseguir una victoria. Es un bonito reto”, destacaba.
Preguntado por su fichaje por el Burgos, después de los meses, Ati no dudaba: “A la hora de tomar decisiones importantes intento analizar y ver si es un buen cambio o no, antes de decidir. Independientemente de cómo nos están saliendo las cosas, hubiese sido una buena decisión igual. Personalmente estoy muy contento, pero creo que todavía puedo dar bastante más”.
En el banquillo del Ibiza, Javi Baraja ha sido destituido y en su lugar ha llegado el jienense Juan Antonio Anquela. Por ello, el cuadro balear es, más que nunca, una incógnita: “Valorar al Ibiza ahora mismo puede ser complicado. Más que nada, porque viene con cambio de entrenador. Anquela es un técnico que les va a hacer competir bien en cualquier circunstancia”.
El futbolista no le daba demasiada importancia a posibles esquemas. “Cambie o no el dibujo, nuestra identidad se mantiene. Si hay algo que tiene este equipo, es la capacidad de adaptación a cualquier circunstancia”, aseguraba.
El madrileño le dedicaba también unas palabras de agradecimiento a la hinchada blanquinegra. “Ya había venido dos veces como rival y ya me había sorprendido. Pero la verdad es que es espectacular. Hemos conseguido una conexión equipo-afición que hace que los jugadores nos sintamos mucho más cómodos. Disfrutamos un montón; del juego, del partido, de la semana y de querer jugar en casa”, concluía.