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Actualidad

Jarro de agua fría (2-0)

El Burgos CF sufre su primera derrota en el Anxo Carro

Dicen que la lluvia no mata, que solo moja, pero si matase, a la afición del Burgos habría que resucitarla. Se ganó el mérito este domingo en Lugo donde, como avisó Calero en la previa, cuando llueve, llueve de verdad. Allá en el flanco, en la única grada descubierta del Anxo Carro, medio centenar de irreductibles blanquinegros aguantaban el chaparrón con la esperanza de que la chupa de agua mereciese la pena.

Bajo el diluvio, Calero repitió el once de la victoria en el derbi ante el Mirandés con un único cambio. Además de la presencia de Dani Barrio en la portería, el técnico elegía a Borja González para ocupar el lateral derecho.

El cuadro burgalés apostó un día más por la capacidad asociativa de sus atacantes más talentosos. Y durante buena parte del choque dominó el esférico y el juego posicional.

El primero en probarlo sería el Lugo. A los 4 minutos, Sebas Moyano lo intentó desde lejos con un latigazo que atrapaba, muy seguro, Dani Barrio.

El Lugo, consciente de sus fortalezas, basaba su libreto en el juego directo y las peleas por arriba de Chris Ramos y Manu Barreiro. En el 9, Juanpe vería la primera amarilla del partido por derribar a Curro Sánchez en una peligrosa contra de los visitantes.

Dani Barrio salvaría después, expeditivo, en dos balones colgados al área, muy comprometidos para la zaga blanquinegra. Respondió el Burgos, con un zurdazo de Borja que acabó en las manos de Óscar Whalley.

En el 22, Curro Sánchez le sacaría otra tarjeta a los locales. Esta vez era Zé Ricardo quien derribaba al mediapunta de La Palma del Condado, que volvería a recibir otra rascada en el 24, esta vez sin cartulina.

La lluvia seguía cayendo del cielo pero el primer jarro de agua fría estaba aún por llegar. Cumplida la primera media hora de juego, Bermejo se llevaba una tarjeta por impedir el avance de Chris Ramos. En la falta, botada por Zé Ricardo, Alberto remataba de cabeza al fondo de las mallas.

Trató de espabilar el Burgos justo cuando salía el sol. Borja proyectó un misil que se marchó por encima del larguero y Valcarce probó fortuna desde la frontal. Los blanquinegros, de azul, permutaban buscando espacios y acumulaban posesiones largas. Con el 1-0, Trujillo Suárez tocaba campana de descanso.

La segunda parte no pudo arrancar peor. En otro balón largo a la espalda de la zaga burgalesa, Chris Ramos le ganaba la partida a Zabaco y se plantaba solo ante Dani Barrio. El delantero gaditano no fallaba y anotaba el segundo para el cuadro albivermello. El VAR revisó el gol porque la pelota le había pegado al jugador del Lugo, claramente, en la mano. El tanto subía al marcador.

Ambos técnicos movieron la banqueta. Viendo el premio, Hernán Pérez quitó a Manu Barreiro y metió a El Hacen, en una permuta de contención.

Calero quiso contrarrestar la pizarra del asturiano y dio entrada a Mumo y Mourad en la punta de ataque.

En el 58, Córdoba pudo recortar distancias en un saque de esquina pero su testarazo se marchó desviado. Artola y Berjón también ingresaron al duelo. Más madera.

Aún con todo, Sebas Moyano marcaría el tercero pero en posición antirreglamentaria. El partido se calentó por momento.  Xavi T. y Loureiro por el Lugo y Mumo en el Burgos vieron la amarilla.

Lo seguía intentando el Burgos tras la tormenta en busca del arcoíris. Pero el brochazo de color no apareció. Mumo trazó una volea que se marchó lejos. No era el día. En el tramo final, Curro Sánchez, que llevaba recibiendo patadas y golpes durante todo el partidoveía la cartulina roja. Un castigo, quizá, demasiado duro.