2-1 | El final más amargo

Con las primeras arremetidas del Sporting por ambas bandas dio comienzo el encuentro en El Molinón. Un arranque en el que el cuadro rojiblanco cerca estuvo de encontrar el primer tanto con un testarazo de Insua a la salida de un córner. Superado el agobio inicial, el 4-4-2 de Jon Pérez Bolo comenzó a hilvanar jugadas y la primera de ellas, en el 14‟, llevó a Curro hasta la frontal del área para buscar en profundidad a Fer Niño y dar el aviso inaugural a su rival. Sin embargo, el primero en enviar el balón a las mallas fue el Sporting.

Otero remató en el área pequeña un buen centro desde la esquina que puso el 1-0 en el marcador, previa revisión del VAR por un contacto claro en el área que terminó sin sanción.

Espoleado por el gol encajado, el Burgos CF le arrebató la posesión a su rival e hizo retroceder a un Sporting más contemplativo tras el premio. No obstante, el marcador no se movió hasta el descanso, ya que ninguno de los dos conjuntos logró llevarse a su terreno la batalla táctica que tuvo lugar en El Molinón durante los primeros 45 minutos de juego.

Ya en la segunda mitad, el conjunto blanquinegro tardó apenas unos segundos en llegar al área rival, aunque a Ojeda le faltó un punto de velocidad para llegar a contactar con el balón profundo de Fer Niño. A pesar de salir de la caseta con un planteamiento más agresivo que igualó e incluso superó al del local, el colegiado privó al Burgos de dar continuidad a su idea. La intensidad del choque superó a un Martín González-Francés que erró, no solo en la interpretación de las acciones, sino también en la toma de decisiones. Contra todo y sobre la hora de juego, los pupilos de Bolo encontraron un lanzamiento de esquina que permitió sacar a relucir la pizarra, o mejor dicho, el tarro de las esencias. La conexión Mumo - Ojeda - Curro, al primer toque, subió el primer tanto en el casillero blanquinegro.

El tercer gol del curso del "16" burgalés obligó al Sporting a dar un paso hacia delante, aunque su empuje se topó con el larguero y los cambios de Bolo, que dieron aire fresco al equipo. De menos a más, el Burgos se apoyó en los refuerzos para contener a un Sporting más desordenado, pero siempre con sensación de peligro.

Y cuando ambos conjuntos firmaban el empate, el fútbol le dio la espalda al equipo burgalés. En la última acción de un descuento desmesurado, Queipo ganó metros con el balón controlado y ya en el área conectó un disparo con la pierna izquierda que golpeó en un defensor y superó a Caro. Un final injusto, que solo se vio apaciguado por el cántico final de los más de 700 irreductibles blanquinegros en la grada.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de LaLiga HyperMotion disputado en el Estadio El Molinón – Enrique Castro “Quini” ante 16.890 espectadores, con más de 700 blanquinegros en la grada.